Ya han transcurrido los primeros 15 días de este nuevo año. Estamos evolucionando y reponiéndonos ante los retos y complicaciones que el 2020 nos impuso.
Así como cada uno de nosotros, el diseño gráfico ha tenido que evolucionar de manera rápida su estructura e innovar dentro de sus principales estrategias, entre ellas, el marketing y la imagen corporativa.
Este año hemos enfrentado una enorme serie de eventos impredecibles, cambios de todo tipo y mucha incertidumbre, pero también hemos descubierto que todos nos podemos transformar y adaptar a las adversidades.
La imagen corporativa es un punto clave para nuestra marca, es la carta de presentación hacia los consumidores, posibles socios y el público en general. Sus elementos van más allá de un simple logo y un pequeño slogan, pues integran la esencia de la marca, la forma en que la sociedad la va a percibir, identificar y recordar.
El mercado está saturado de opciones. Donde uno vea, hay una alternativa. Esto significa que ninguna marca es irreemplazable. Estamos en constante competencia por posicionarnos como el favorito del consumidor. Aquí es cuando se vuelve más que nunca importante contar con una imagen corporativa fuerte y sólida. Esto nos permite reflejar nuestro sello personal, comunicar nuestra filosofía y valores de la manera más eficiente y provechosa.
Sabemos que es esencial crear y fortalecer vínculos, inspirar a nuestros usuarios y atraer a las personas adecuadas a nuestra organización. Actualmente, el comercio electrónico (e-commerce) y los servicios en línea, han experimentado crecimientos nunca antes vistos, a raíz de la situación de emergencia en la que el COVID-19 (coronavirus) ha puesto al mundo. Esta situación nos ha mostrado cómo distintas áreas de la economía digital están viviendo un crecimiento significativo, que refleja mayor actividad y demanda en compras en línea, ya que el consumo que tradicionalmente ocurría en punto físico, hoy está migrando de manera acelerada a Internet, como es el caso de venta de alimentos, formación educativa, atención médica, servicios financieros y contenidos on demand en plataformas digitales, además del uso constante y de manera masiva de las redes sociales.
Es momento de que las empresas tomen las mejores prácticas hoy implementadas en otras regiones que han enfrentado o enfrentan actualmente un escenario de emergencia, y las aprovechen para su crecimiento.
Aunque la actividad digital y el comercio electrónico en México han dado muestras de un avance de doble dígito año con año, la situación por el COVID-19 podría ampliar su crecimiento y, a su vez, modificar las preferencias de los consumidores hacia la cuestión digital. Con las medidas sanitarias implementadas por los gobiernos del mundo, toma ahora mayor importancia tener presencia en internet para los negocios, ya que si bien, no podemos recibir gente en nuestros comercios físicos, sí podemos brindar la información necesaria en nuestros sitios web.
Algunas personas creen que con tener perfiles en redes sociales basta para crecer tu marca. No es así. Se necesita realmente tener presencia en cada una de esas redes y ser constante, mantenerla actualizada. Un sitio web no solo brinda la confianza necesaria en tus clientes, sino que bien utilizado y diseñado, se puede recabar la información necesaria para poder tomar decisiones posteriores que beneficien a nuestra empresa o negocio. Un sitio web puede ser tan pequeño como una carta presentación o tan poderosa como toda una empresa en línea.
Algo importante que hay que tener en cuenta, es que un sitio web no es solo lo que se muestra en la pantalla. Puede ser solo una fachada bonita o detrás de ella puede haber todo un sistema de información y recopilación de datos que puede ayudarnos en un futuro a tomar mejores decisiones para crecer nuestra empresa. Un sitio web que además de “bonito” se vea profesional y sea funcional, se logra con un equipo que sepa crear y optimizar la interfaz con base a la experiencia de usuario. Que logre decir, o aún mejor, hacer sentir la diferencia entre tu negocio y tus competidores.
En este momento se vuelve más importantes el tener estos elementos que un sitio web te puede brindar:
· Información para tus clientes o clientes potenciales 24/7
· Opciones de contacto por formulario o tus datos de correo, teléfono, redes sociales, etc.
· Muestras de tu trabajo o servicios por medio de fotografías, audios y/o video.
· Creación de listas de correos electrónicos para posterior uso de marketing digital.
· Construcción de credibilidad de marca.
· Expansión de tu mercado.
· Puedes aparecer en los resultados de búsqueda en Google.
· Mantienes actualizados a tus clientes sobre tus productos y/o servicios.
Muchos de estos puntos se potencializan en este momento de pandemia, en el que la distancia física es un punto importante para controlar la enfermedad. La gente se está quedando en casa, pero las necesidades de las personas, las familias y las empresas continúan estando ahí y en algunos casos, hasta se incrementan.
Si no tienes un sitio web para tu empresa o negocio temo decirte que estás un paso por detrás de quienes lo tienen, a más de dos pasos de quienes tienen un sitio optimizado para competir y no te quiero ni decir a cuántos pasos de quienes tienen una estrategia integral teniendo su sitio web y sus redes sociales con actividad constante.
Aún no es tarde para iniciar, pero cada día que pasa es un momento más desperdiciado para aprovechar que en este momento la mayoría de las personas están en casa, haciendo búsquedas de los servicios o productos que necesitan, y tú no estás ahí para competir.
No sabemos si la vida volverá a ser como antes del COVID-19, pero de lo que sí estamos seguros es que las herramientas digitales están manteniendo a flote a muchos negocios en este momento, y cuando podamos volver a las calles, muchas de nuestras costumbres digitales convivirán con la normalidad que se genere después de la pandemia.
¿Quieres tener toda una estrategia para definir la imagen corporativa de tu empresa? Escríbenos para agendar una cita y platicar al respecto.
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